Soñaste toda la vida con cuidar a los demás, ni te habías planteado que esto se fuera a convertir en un problema.
Pero estás descubriendo algo en ti que no esperabas. Has pensado incluso que ya no te conoces a ti misma, estás defraudada contigo. Ya no disfrutas con tu trabajo, y cada turno se convierte en una tortura para ti.
Además, te sientes culpable porque ya no disfrutas con tu vocación. Te sientes frustrada y poco valorada como enfermera.
Esa profesión que elegiste con tanta ilusión se está convirtiendo en una pesadilla, y te sientes mal por vivir así.
Estás ya en un círculo vicioso en el que crees que algo no estás haciendo bien, que algo tiene que cambiar porque no te mereces seguir así.
